Perro ladrador poco mordedor
Un partido que aseguraba ser de altos vuelos, sobretodo para Iván, fue el perfecto reflejo de que a la hora de la verdad muy poca gente hace aquello de lo que se jacta.
Ese fue el mayor error del Hermanos Llana, provocar a un equipo que un poco azuzado es capaz de tener a toda la plantilla concentrada como demostró sobradamente en una primera parte impecable.
El primero gol llegaría gracias a un testarazo potenciado con una aerodinámica que ni el Aston Martin del nano.
Y el segundo a manos del ya bota de oro en solitario del equipo tras un buen desmarque en profundidad.
Llegó el descanso y como en un espejismo de lo ocurrido en Langreo, el encuentro se nos complicó soberanamente en tan solo 2 minutos. No sé vosotros, pero mis sensaciones personales eran muy parecidas al día del Alcázar, un partido controlado que se torna en derrota sin capacidad alguna de reacción. Sin embargo, este sábado apareció el mejor revulsivo de primera cadete, Pablo Brugos, el jugador de fútbol que menos calienta, vamos la antítesis de César.
Tras ya 8 preludios, 8 narraciones y 8 finales que representan el espíritu de este equipo, se me hace más cuesta arriba innovar semana a semana. Siento que estás crónicas y por ende vosotros merecéis más que simple y llanamente quitarlo de en medio, motivo por el que está semana se haya demorado tanto.
Aunque no lo parezca esto es tan nuevo para vosotros como para mí. Una broma que se ha convertido en más que un simple compromiso y que seguirá produciéndose mientras demos la talla en el campo hasta el último partido.
#SiempreVallobas